¿Es posible controlar o al menos conocer la información y los datos que compartimos al usar Internet? Saber cuánta información nuestra es pública puede ayudar a decidir lo que se comparte y lo que no. Y para eso puede ser muy útil una técnica llamada Ventana de Johari.
La Ventana de Johari es una técnica que pertenece al campo de la psicología y que se pensó para determinar el grado de comunicación interpersonal de las personas. Sin embargo, Edgar Mozas Fenoll le dio una vuelta y escribió un artículo en su blog titulado «La ventana de Johari en la identidad digital». En ese artículo propone aplicar la ventana de Johari para analizar el comportamiento en Internet.
La idea me pareció novedosa y muy útil. Por eso decidí compartirla y agregar algunos ejemplos para entender cómo funcionaría esta técnica en un análisis personal del rastro digital.
Para utilizar la técnica de la ventana de Johari se debe utilizar una tabal como la que se ve a continuación.

¿Qué significa esta tabla? Significa que hay aspectos de tu vida digital que se conocen aunque no lo sepas o no lo desees. Todo lo que hagas en el espacio virtual deja un rastro. Y tu identidad digital se construye con esos rastros. Rastros que son todos aquellos actos, elecciones, intervenciones, intercambios y demás acciones con los que dejas huellas en la Web.
Ocurre que nunca, o casi nunca, reparas en esto. Como la mayoría de las personas (yo también, a veces) te movés a lo largo y a lo ancho de la red confiados en un anonimato o privacidad que en realidad no existe del todo.
Ahora volveré al gráfico y a cómo se utilizaría para analizar la identidad digital en una situación concreta.
El área abierta está formada por aquello que las demás personas y vos conocen. Es un área con datos compartidos de forma pública y accesible a todos los contactos. Un ejemplo de esto son los datos que se comparten en el perfil de Instagram. Más allá de que un perfil esté en modo privado o restringido, cualquier persona puede ver la foto de perfil, el nombre, la descripción, la cantidad de publicaciones, seguidos y seguidores. Son datos que están ahí y que todas las personas asumen que son de público conocimiento.
En el área ciega se encuentra todo aquello que vos desconocés pero que las demás personas conocen. Acá se encuentran, por ejemplo, datos personales que pasan desapercibidos para los propios usuarios pero que sin embargo son conocidos por sus contactos. ¿Sabías que si creas una cuenta en Instagram la red social envía una notificación a tus contactos de mail o de teléfono? Aunque no uses tu nombre real, Instagram le dirá a tus contactos que vos estás en Instagram como determinado usuario. Las redes sociales generalmente promueven un perfil y muestran qué contactos en común tenemos con ese perfil. El típico aviso de «fulano y mengano siguen esta cuenta». Eso es información que no siempre deseamos compartir o que simplemente mucha gente desconoce que se comparte.
En el área oculta está lo que vos conocés pero los demás desconocen. Hay datos y rastros de actividad que se ocultan de forma voluntaria. Por ejemplo, los datos de contacto o fecha de nacimiento en el perfil de Instagram. Podés mostrar u ocultar tu número de teléfono, si lo deseas, entre otros datos.
Por último, en el área desconocida se encuentra aquello que vos y los demás desconocen (aunque siempre habrá alguien, que tenga acceso a esa información). Datos de ubicación, datos de cookies, direcciones IP, permisos y acceso a datos necesarios para el funcionamiento de una app… En el área desconocida se encuentra una parte oscura y oculta de tu actividad en la red.
Me imagino que después de haber leído este artículo vas a dibujar la ventana de Johari y vas a analizar tu rastro digital. Es un buen ejercicio, aunque puede resultar un poco perturbador al principio. Siempre es bueno conocer qué datos se comparten cuando se usa Internet.
Fuente: http://auladeusosmultiples.blogspot.com/2014/11/la-ventana-de-johari-en-la-identidad.html