Índice de contenidos
La cultura maker en el aula implica que trabajes la educación desde la creatividad, pensando actividades para que tus estudiantes aprendan haciendo y resolviendo problemas.
Es mucho más simple de lo que parece. Lo mejor es que vas a trabajar y potenciar cualidades y características innatas de las personas, como son la curiosidad, el ingenio, la pasión por descubrir algo nuevo y la imaginación al momento de resolver situaciones.
Cultura maker
¿Qué es la cultura maker?
La denominada «Cultura Maker» está muy ligada al DIY (Do it yourself) o «Házlo tú mismo». Un movimiento que abarca muchas disciplinas o áreas. Incluye actividades de carpintería, artesanías, diseño textil, robótica, electrónica, programación, impresión 3D, entre otras. Por supuesto, el movimiento maker no es nuevo. Por lo general se ubica sus inicios a mediados de los años sesenta.
Hay quienes señalan que este movimiento abarca todas las esferas de la vida social y productiva humana. Y afirman que todos somos «makers». ¿Por qué? Porque hacemos cosas, diseñamos, inventamos. En definitiva, usamos la creatividad para fabricar objetos que solucionen problemas.
Para entenderlo debemos conocer las ideas en las que se basa el movimiento maker. En primer lugar, es fundamental compartir y colaborar. Es fundamental que el trabajo sea compartido. Esto permitirá que lo trabajado sea aprovechado o mejorado por otras personas. A partir de las conexiones y el trabajo colaborativo se podría pasar del DIY (Do It Yourself o Hazlo tú mismo) al DIWO (Do It With Others= Hazlo con otros).
Cultura maker y aprendizaje
Sumada a la idea anterior encontramos la de aprender. En la cultura maker se aprende haciendo. En los procesos de aprendizaje importan más los problemas resueltos. También la búsqueda de soluciones que las producciones y los objetos elaborados.
La experiencia se convierte en una de las fuentes principales de conocimiento. Algo similar nos plantean corrientes pedagógicas actuales como el Aprendizaje Basado en Proyectos y el aprender haciendo.
«Puedes convertirte en un maestro constructor o maestro artesano, pero seguirás aprendiendo, querrás aprender y te exigirás aprender nuevas técnicas, materiales y procesos», señala el manifiesto del movimiento maker. Este es uno de los puntos que más me ha interesado. Afirma que «construir un camino de aprendizaje para toda la vida asegura una rica y gratificante vida maker y, sobre todo, le permite a uno compartir».
Como todo movimiento, la cultura maker tiene fundamentos y bases. En el sitio hacedores.com se puede acceder a una versión, traducida al castellano, del manifiesto maker. Antes de acceder al manifiesto puede leerse lo siguiente:
El movimiento maker es la tercera revolución industrial, y si quieres formar parte de ella, entiende el siguiente manifiesto, imprímelo y pégalo en tu cuarto. Tu aventura está por comenzar.
Manifiesto maker: un breve repaso
El primero de los «mandamientos» del movimiento maker señala que «hacer es fundamental para lo que significa ser humano. Debemos hacer, crear y expresarnos para sentirnos plenos». Según este manifiesto, las cosas que hacemos «son como pequeños pedazos de nosotros y parecen encarnar porciones de nuestra alma».
Compartir con los demás lo que se ha hecho también es importante para este movimiento. Un maker se siente pleno cuando comparte lo que ha hecho y el conocimiento sobre eso que ha hecho. «No puedes hacer y no compartir», señala el manifiesto.
Para un maker, el objeto que ha hecho lleva un pedazo de sí. Y regalarlo constituye un acto satisfactorio que equivale a «darle a alguien una pequeña parte de ti mismo».
El aprendizaje también es un elemento importante en este movimiento, como ya menioné anteriormente.
Acceder a las herramientas adecuadas para el proyecto a emprender e invertir en las herramientas necesarias y ser «juguetón» y emocionarse con lo que se está haciendo también son principios que integran este manifiesto.
Como también lo son las ideas de participación y apoyo. Participar implica contactar con «aquellos que te rodean y que están descubriendo la alegría del hacer». Apoyar implica acompañar al movimiento y ofrecer «apoyo emocional, intelectual, financiero, político e institucional».
Por último, la idea de cambio. «Abraza el cambio que se producirá naturalmente a medida que avanzas a través de tu aventura maker» señala el manifiesto. Y concluye: «Puesto que hacer es fundamental para lo que significa ser humano, te convertirás en una versión más completa de ti mientras haces».
Cultura maker en el aula: 7 ventajas
A continuación enumero sólo siete de muchas ventajas de incluir la cultura maker en el aula. Espero que en los comentarios me cuentes qué otras ventajas se te ocurren.
- Estimula el trabajo en equipo
- Fomenta el uso de herramienta colaborativas
- Estimula la búsqueda de soluciones creativas para la resolución de problemas
- Facilita el uso y apropiación con sentido de las TIC
- Fomenta el aprendizaje y el acercamiento a las carreras STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics)
- Facilita la integración entre distintas áreas o disciplinas
- Permite diseñar clases centradas en los y las estudiantes, a partir de experiencias significativas
Todos somos makers, según Dale Dougherty
Para ir concluyendo, quiero compartir este video. Dale Dougherty es un entusiasta de la tecnología y fundador de la revista MAKE. Creó Maker Faire, el festival «házlo tu mismo» (DIY) más grande del mundo. Acá intenta convencernos de que todos somos makers o hacedores de este mundo, en tanto lo moldeamos, lo modificamos, creamos nuevas cosas. Y nos muestra la importancia de fomentar esta cultura, tanto en la escuela como en otros espacios sociales.
Fuentes:
Manifiesto Maker en castellano