Índice de contenidos
La mirada sobre la gestión del aula ha cambiado. Durante mucho tiempo se la concibió como una conjunto de estrategias primitivas para mantener el silencio y el orden en clase.
Actualmente se sabe que la gestión de aula es algo bastante complejo. Consiste en construir espacios y contextos propicios para los procesos de enseñanza y aprendizaje. Se busca que las aulas sean espacios estimulantes, atractivos y significativos que faciliten y promuevan el desarrollo de competencias.
Edutopia, una organización sin fines de lucro creada por la fundación educativa George Lucas, creó un manual con diez consejos para » mejorar la participación de los alumnos y crear un clima positivo para el aprendizaje y la disciplina». A continuación, comparto los puntos principales que se incluyen en el manual, cuyo link de descarga encontrarás al final de este artículo.
10 consejos para la gestión de aula
Crea una comunidad
Establecer relaciones de afecto te ayudará a mantener un buen clima. «Cuando hay afecto en el aire, habrá muchos menos problemas de conducta», señala Rebecca Alber, la autora del manual. En este sentido, es aconsejable fortalecer vínculos y conexiones entre los estudiantes. También propiciar gestos como el saludo respetuoso y la solidaridad.
Crea un ambiente seguro, agradable y disciplinado en la clase
Detalles como la forma en que se ubican los pupitres contribuyen a la creación de un espacio propicio para el aprendizaje. También los afiches y carteles que ocupan las paredes y hasta la iluminación. Todo eso ayuda a crear un ambiente positivo para el aprendizaje.
Elaboración de reglas, normas, rutinas y consecuencias con participación de estudiantes
Esto implica propiciar acuerdos y lograr contratos entre los estudiantes, que les permitan tener el «control total en lo que se haya decidido sobre normas, expectativas y consecuencias en la clase». No se debe perder de vista que las reglas traen consigo consecuencias, mientras que las rutinas y las normas tienen recordatorios.
Siempre sé tranquilo, justo y coherente
Un maestro tranquilo, justo y coherente es aquel que no recurre a la furia, el sarcasmo o el enojo cuando los estudiantes parecen no responderle; implica además tratar a todos por igual y no hacer excepciones (y si las hiciera, explicar por qué). Hay que ser coherente entre lo que se dice y lo que se hace. Y por supuesto, respetar la agenda y la estructura de la clase.
Conocé a tus alumnos
Ir más allá de los estereotipos e intentar ver los acontecimientos desde el lugar de los estudiantes. Saber de dónde vienen, cómo viven, qué ideas traen desde sus hogares, ayudará a que, al momento de diseñar las clases, el docente pueda adecuar los contenidos para lograr un verdadero aprendizaje significativo.
Enfrenta los conflictos rápidamente y con inteligencia
Esto significa que no debes dejar que los conflictos crezcan. Es fundamental que prestes atención los vinculos que se tejen, a las formas en que tus estudiantes se relacionan. esto te permitirá identificar problemas para abordarlos lo antes posible, sin acusar ni mostrar una postura agresiva (tené en cuenta el punto 4 de esta lista).
Incorpora rituales positivos en la clase
SegúnRebecca Alber esto implica realizar reuniones al inicio o al final de cada clase y dedicar espacios de tiempo a compartir experiencias buenas o ideas positivas. También se trata de intercambiar estados de ánimo y sentimientos. Estas, entre otras actividades, ayudará a la creación de hábitos y rituales positivos.
Mantén el sentido de realidad
Siempre que puedas, intenta relacionar el aprendizaje con las vidas y el contexto de los estudiantes. Integra en las clases los conocimientos previos de los estudiantes y los temas que son de su interés. El aprendizaje significativo es fundamental para mantener el interés de tus estudiantes. Tienen que entender cómo eso que les estás enseñando les servirá para ser mejores y solucionar problemas en su vida cotidiana.
Trabaja junto con los papás y tutores
Está de más hablar sobre la importancia de que las familias de los estudiantes y las escuelas estén en contacto. Sin embargo, no siempre es una tarea fácil para los docentes. Según Rebecca Alber, autora del manual, «vale la pena hacer un esfuerzo extra para conectar la casa con la escuela por los beneficios que esto implica para los alumnos».
Para ampliar sobre este aspecto podés consultar este artículo.
Crea una variedad de canales de comunicación
Es importante que estén a disposición diferentes formas y canales de comunicación para los estudiantes entre sí y con el docente. Usar Internet, redes sociales seguras, buzones de sugerencias, etcétera, permitirá que las clases se desarrollen con fluidez.
Cuantas más opciones de comunicación existan, mejor.
Fuente y material para escargar
Para descargar el manual completo, en español y de forma gratuita, clic acá.